LA VIRGEN DE LOS SICARIOS
Fernando Vallejo
Escritor colombiano. De familia acomodada, estudió en colegios religiosos. A los 24 años se trasladó a Roma a estudiar cine, y luego a Nueva York y a México, donde durante siete años estudió y siguió como un detective el itinerario vital y artístico.
Su obra literaria se puede situar en aquella tradición contestataria antioqueña iconoclasta y rebelde, que incluye nombres como el propio Barba Jacob, Fernando González o Gonzalo Arango. Por su prosa vigorosa y áspera, original e independiente, sin límites de géneros, ideologías o creencias, se hizo merecedor de un puesto destacado en la narrativa colombiana contemporánea. Sus ataques directos contra la Iglesia, la burocracia o los políticos lo convirtieron en uno de los personajes más críticos del panorama literario iberoamericano.
Su obra central es la serie autobiográfica El río del tiempo, de que ya ha publicado seis volúmenes, Los días azules (1958, recuerdos de su infancia), El fuego secreto (1987, episodios del adolescente irreverente que curiosea en los barrios bajos de Medellín y Bogotá), Los caminos a Roma (1988), Años de indulgencia (1989, recorridos por Europa y Nueva York), El Mensajero (1991, biografía de Porfirio Barba Jacob) y Entre fantasmas (1993, años de residencia en México).
RESUMEN
La historia comienza con Alexis, un chiquillo de 17 años pero que a pesar de su corta edad ya lleva varios muertos en su conciencia. Es un chico de barrioperdido y olvidado, sin familia, sin futuro y sin ley. Es un sobreviviente de uno de esos tantos grupos de sicarios, asesinos a sueldo que son contratados por los narcotraficantes para eliminar a susenemigos, el conoce a Fernando, hombre que ya supera los 30 años de edad, comienzan a andar juntos y es así como el amor nace entre ellos a pesar de sus edades tan diferentes.
Alexis se convierte enun ángel fatal y exterminador que deambula por las calles, complaciendo a Fernando y entendiendo su neurosis, tratando de limpiar a la ciudad de buena parte de sus moradores que molestan a su amormaduro. Elimina con su ‘tota’ o revolver a taxistas agresivos que ponen la radio a todo volumen, a punketeros ruidosos que no dejan dormir, a rateros sin importancia que solo hacen escándalo y toda clasede seres que solo de dedican a molestar a su amigo el gramático.
Alexis lleva 3 escapularios como todos los sicarios, uno en el cuello, otro en el antebrazo y otro en el tobillo, que son para queles den el negocio, para no fallar la puntería y para que les paguen. En eso se centra toda su vida. Las reflexiones de Fernando sobre Medellín, su gente, sus costumbres, sus gobernantes y su religión,todas esas cosas lo exasperan y solo se consuela con su amigo al que adora y lo llama ‘su niño’. ¡Dios es la gran gonorrea! grita el escritor cuando su neurosis llega a los extremos y comienza ajustificar la manía de Alexis por matar a todos los seres que no merecen vivir.
Se acostumbra a los viajes de los martes al pueblo de Sabaneta, donde los jóvenes sicarios van a pedir protección a lavirgen. Esos marginados que forman parte de la sociedad que llena a la morgue de cadáveres, a la ciudad de sangre y a las iglesias de asesinos.
Alexis se convierte enun ángel fatal y exterminador que deambula por las calles, complaciendo a Fernando y entendiendo su neurosis, tratando de limpiar a la ciudad de buena parte de sus moradores que molestan a su amormaduro. Elimina con su ‘tota’ o revolver a taxistas agresivos que ponen la radio a todo volumen, a punketeros ruidosos que no dejan dormir, a rateros sin importancia que solo hacen escándalo y toda clasede seres que solo de dedican a molestar a su amigo el gramático.
Alexis lleva 3 escapularios como todos los sicarios, uno en el cuello, otro en el antebrazo y otro en el tobillo, que son para queles den el negocio, para no fallar la puntería y para que les paguen. En eso se centra toda su vida. Las reflexiones de Fernando sobre Medellín, su gente, sus costumbres, sus gobernantes y su religión,todas esas cosas lo exasperan y solo se consuela con su amigo al que adora y lo llama ‘su niño’. ¡Dios es la gran gonorrea! grita el escritor cuando su neurosis llega a los extremos y comienza ajustificar la manía de Alexis por matar a todos los seres que no merecen vivir.
Se acostumbra a los viajes de los martes al pueblo de Sabaneta, donde los jóvenes sicarios van a pedir protección a lavirgen. Esos marginados que forman parte de la sociedad que llena a la morgue de cadáveres, a la ciudad de sangre y a las iglesias de asesinos.
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